P. cl. alquimiaRefrán con que se da a entender que el medio más seguro para hacer dinero es guardarlo cuando se tiene y no perderlo en pruebas o tentativas vanas como las de los alquimistas, que pretendían convertir en oro todos los demás metales mediante ciertos procedimientos ilusorios. Y ya que de alquimia y alquimistas hablamos, permítasenos recordar un hecho, quizás el más chistoso que a este propósito haya ocurrido. Cuéntase que uno de aquellos ilusos, cuando no tramoyistas, dedicó a cierto papa un libro que había compuesto sobre la Alquimia, lisonjeándose de obtener por esta acción una gran recompensa; pero el Pontífice le envió un carro cargado de sacos vacíos, diciéndole que se los mandaba para que pudiese guardar en ellos parte de los millones que acuñara con su feliz descubrimiento, supuesto que a persona que tan fácilmente podía adquirir el oro, ni le hacía éste al caso, ni había tampoco caudal en el mundo que pudiera competir con los tesoros que él iba dentro de poco a allegar.