Alabar exageradamente a una persona.

No ser consecuente en lo que se dice.

Ofrecer o rehusar una cosa por mero cumplimiento o contra su intención, deseando que se insista para aceptarla a fuer de rogado.

Expresar algo, generalmente desagradable, en tono festivo y chancero; pero dejando comprender al oyente que el fondo es serio, ya que no lo sea la forma.

Denota que las personas de bien prometen y cumplen, a diferencia de los que ofrecen mucho y nada hacen.

Defender su hacienda, derecho, etc., sin consentir que se le defraude en lo más mínimo.

Valerse de todos los medios para evitar la pérdida de una cosa que tratan de quitarnos.

Defenderla con empeño y gran esfuerzo.

Enseña que las malas costumbres excitan y estimulan más al pecado que la naturaleza pecadora misma.

Perder la hacienda o medios con que se mantenía.

Matar a uno instantáneamente.

Burlarle o chasquearle.

Dejarlo abandonado en la ocasión más perentoria o comprometida.

Cumplir lo que la persona recomendante o fiadora ha prometido por nosotros. — Tratándose de disposiciones testamentarias, percibir el heredero una cantidad más que suficiente para que pueda subvenir a sus necesidades holgadamente. — Con el verbo poner, colocar a una persona (sin necesidad de ser por herencia) en las condiciones antedichas, bien dándole una ocupación o empleo, bien pasándole renta, etc.

Dejar atónito, sorprendido, maravillado a alguien. —También se emplea la frase Quedarse bizco con igual significado de deslumbrarse o quedar estupefacto.

Retirarse de alguna pretensión o empeño en que se atraviesan otros competidores. — Dejar en libertad a otro para algún fin.

Retirarse de alguna pretensión o empeño en que se atraviesan otros competidores. — Dejar en libertad a otro para algún fin.

Retirarse de alguna pretensión o empeño en que se atraviesan otros competidores. — Dejar en libertad a otro para algún fin.