Reprender ásperamente.

Acalorarlo, estimularlo a que haga alguna cosa.

Acción escandalosa o novedad ruidosa, promovida por una persona, generalmente de alta posición.

Atropellar por todo para conseguir su gusto o llevar a cabo alguna resolución.

Entretenerlo, dando largas a sus pretensiones con vanas promesas y con halagos.

Facultad amplia que se otorga a alguno para obrar en algún asunto o negocio con plena libertad.

Dejarle cortado y confundido, por haberle soltado alguna expresión que le entristezca o le dé en qué pensar.

Reconvenirle, afeándole alguna cosa.

Decirle en su cara alguna cosa que le sea sensible.

Proporcionarle alguna molestia.

Zurrarle, vapulearle, darle una paliza.

Amonestarle, reprenderle desabridamente.

Reprenderle ásperamente.

Poner a prueba su paciencia, inteligencia, fuerzas materiales, etc.; esto es, abusar de él, ya física, ya moralmente.

Equivale a echarle a uno del sitio donde se encuentra. — En la América latina, probablemente tomado del portugués, se emplea el verbo botar como sinónimo de echar fuera.

Tener indicios, barruntos o anuncios de ella.

Darle de comer por caridad y conmiseración. — Darle envuelto en la comida algún tósigo, veneno o cualquier otra materia nociva.