Debe decirse: Absuélvase contigo. Porque los Romanos solían pedir a sus Dioses, que con un pequeño daño se absolviesen y librasen de los mayores, que decían instarles por amenaza de los Hados. Sírvannos de exemplo las palabras de Coelio en las Epístolas de Tullio: “No sé que gente pícara avía divulgado, (sobre sus cabezas llueva) que tú avías muerto, etc.” Y más abaxo dice: “Sabiendo, que era mentira, no me alboroté; antes rogué a Dios pagásemos, o nos absolviésemos con esta mentira, si alguna desgracia nos avía de suceder.”
Fuente: Sbarbi, José María. El Gran diccionario de refranes de la lengua española, recogidos y glosados. Buenos Aires, 1943; p. 375 b (var.).