Mirá no sea ésta la de Gormaz

Hay un pueblo dicho Santisteban de Gormaz, cerca del cual han sucedido algunas cosas notables. Garci Fernández, conde de Castilla, tuvo una gran batalla no lejos desta villa, a la ribera del río Duero, con los moros, y los venció y mató gran multitud dellos. En esta batalla sucedió una cosa notable, y fue que Fernán Antolínez, noble caballero y devoto de oír misa cada día, estándola oyendo al tiempo que dieron la señal para la batalla, por no dejarla encomenzada, y por ventura era él solo el que ayudaba al preste, no pudo salir con los demás, y de corrido se fue a esconder en parte secreta, porque no le afrentasen. Pero fue tan agradable a Dios esta piedad, que se vio aquel día en la batalla, entre los primeros, un caballero semejante en las armas y caballo al dicho Antolínez, el cual peleó valerosísimamente, y por su esfuerzo y valentía se venció la batalla. Fueron a buscarle y halláronle con sus armas sangrientas y abolladas, y su caballo muy sudado. Don Nuño Almejir se acogió a este castillo con el rey don Alonso, hijo del rey don Sancho, habiéndole quitado por fuerza a los que le llevaban, por orden de su tío don Fernando, rey de León; y desde allí le fue traspuniendo en otras partes, hasta ponerle en Ávila. El rey don Ordoño tuvo junto al dicho pueblo de San Esteban de Gormaz otra sangrienta batalla con los moros de España, y con los que les vinieron a ayudar desde África; y quedaron vencidos y desbaratados los moros, y de allí nació el proverbio: Mirá no sea ésta la de Gormaz, cuando queremos decir que escarmiente alguno de lo pasado. Ultra desto, el conde don Gómez de Gormaz, haciendo campo de persona a persona con Rodrigo de Vivar, dicho Cid Ruy Díaz, fue vencido y muerto por él. En este mesmo lugar el conde Fernán González venció en otra batalla gran multitud de moros, con su gente y con la del rey don Ordoño, tercero deste nombre, rey de León. El padre Guadix dice que Gormaz es nombre arábigo, y vale tanto como cueva de cabras.