P. cl. DiosHágote porque me hagas, que no eres Dios que me valgas, con Dios no hemos de ser interesables, sino servirle por quien Él es; a los hombres por el provecho que podemos sacar dellos, fuera de la reverencia y respeto que a cada uno se le debe por su estado y por lo que representa, especialmente siendo ministro de justicia, persona pública o constituida en dignidad; en cuanto a lo demás, cada uno se va a comer a su casa, poco o mucho, lo que Dios le diere. Esto sinifica el refrán, pero no es de aprobar en todo su sentencia.