P. cl. anapelo; Mod. Ay, abuelo, sembrastes alazor y naciónos anapelo
Una mala hierba venenosa que nace entre los berros, lat. napelum; vide Paulum Laguna, sobre Dioscorid., lib. 6, cap. 20. Del jugo desta hierba escriben los autores haberse alimentado aquella doncella que trajeron al grande Alejandro, al cual advirtió Aristóteles que no la tocase, porque moriría al instante sin remedio. Dice un proverbio: ¡Ay agüelo!, sembrastes alazor y naciónos anapelo, cuando se espera alguna correspondencia y agradecimiento del bien que se hace, y se convierte en ingratitud y mal pago. Llámase también lycoctonum.