Nos enseña que hasta los más cuerdos cometen errores. Se emplea para contrarrestar a una persona que dice estar muy segura de lograr algo.
Fuente: Daniel Barros Grez, La Academia (novela) (2 tomos), 484, Daniel Barros Grez, El Huérfano (novela), tomo II, 84, Alberto Blest Gana, Ideal de un calavera (novela) (2 tomos), 687.