El Rey de Portugal casó una hija de Fernandarias con un caballero que se tenia en más punto, y por ello casó contra su voluntad por obedecer al Rey, mas no dejaba ir a su casa ningún pariente de la mujer, ni a su padre, ni le hablaba; éste se quejó al Rey, el cual mandó al caballero que hablase el suegro, y así le habló no mas de esto: Fálavos Fernandarias, porque o Rey o manda, y quedó por refrán.