Es tener experiencia y estar curtido en mala ventura. Tomóse la metáfora de las mulas en que van los atabaleros tañendo los atabales en las entradas de juegos de cañas y grados de doctores y otros paseos. Las cuales, por viejas y usadas, no se espantan con estos ni otros ruidos. Y dicen este cuento: que una de estas mulas entró en un trigo y pacía a su sabor; un muchacho que la guardaba, sentado en un altillo, queríala espantar con sonar una piedrezuela con otra; la mula, que sabía ya de más música y ruido, decía: No a mí que he traído los atabales. Varíase: Ha traído los atabales.