Por luego, con fuerza y rigor de justicia, como pagar al pie de la letra. Tomóse el símil de tres pies de los alguaciles que van con sus dos y otro de la vara de Justicia, que llevan en la mano, que son tres, y éstos se plantan con osadía a la puerta o en el portal de quien ejecutan, y por rigor que usan se añadió a la francesa porque los franceses son muy ejecutivos, y lo experimentaron los antiguos nuestros con sus mercadantes, y ahora lo vemos y por la desenvoltura de algunos alguaciles para notar su poca mesura; varían el refrán: Pagaráme con tres pies y poca vergüenza a la francesa. Los tres pies y poca vergüenza, por el alguacil y vara. Si no me paga, enviaréle tres pies y poca vergüenza a ejecutarle.