página principal
Refranes contenidos en el Tesoro de la lengua castellana de Sebastián de Covarrubias, edición de Sabrina De Simone
A B C D E F G H I J L M N O P Q R S T U V Y
CA CE CI CO CR CU
CIE CIM CIT

Cimmeriae tenebrae

P. cl. cimeros
Son ciertos pueblos que habitan en tierras muy frías, como hubo una región entre Baias y Cumas puesta en un valle cercado de todas partes de montes muy altos, a donde el sol no entraba sino estando muy cerca del meridiano; y luego se les ponía, de suerte que no tenían de día sino muy pocas horas. Y a mi parecer aquí se debía encaminar la pregunta enigmática de Dametas pastor en la tercera égloga de Virgilio: «Dic quibus in terris, et eris mihi magnus Apollo Tres pateat caeli spatium non amplius ulnas». No voy contra lo que en este lugar dicen los comentadores de Virgilio, ni contra Servio; Budeo; Ursino; Alciato, 1º parergón, cap. 18; Pedro Crinito, lib. 3 De honesta disciplina, cap. 8; ni contra el padre Juan Luis de la Cerda, que refiere y aprueba la opinión de Pedro Chacón y de Francisco Sánchez, el Brocense. Estos habitaban en cuevas, dormían de día y de noche salían a robar a los convecinos, aprovechándose de las lumbres. Trabajaban en las minas de los metales. Honraban y reverenciaban los bosques, los ríos y las fuentes; y en aquel sitio creían estar la bajada del infierno, habiendo primero hecho sacrificio a los dioses manes; y de aquí tomaron argumento Homero en la Odisea y Virgilio en la Aeneida. Hubo otros cimerios, de los cuales escribe Heródoto haber tenido los lugares interiores y remotos de la Asia y después, echados de los scitas, se fueron a la parte occidental. De estos tomó nombre el Bósforo Cimerio. Los unos y los otros deben de ser tenebrosos y obscuros, con perpetua niebla espesa y fría. Cerca de los cimerios colocó Ovidio la casa del sueño, lib. 11 Metamor.: «Est prope Cimmerios longo spelunca recessu Mons cavus ignavi domus et penetralia somni». Dijéronse cimmerios, quasi dormientes, del verbo κεῖμαι cime, dormio, iaceo, vel a verbo κοιμαω, cimao. Quedó en proverbio cerca de los latinos Cimmeriae tenebrae, pro densissima caligine. Y ansí el etimológico griego deriva este nombre de χιμέριος, chimerios, invernizo, por estar perpetuamente en invierno.
< página principal Acerca de | Secciones | Top 10 | Licencia | Contacto | Acceso Licencia de Creative Commons
© 2008 Fernando Martínez de Carnero XHTML | CSS Powered by Glossword