P. cl. bienMaledictus homo, qui confidit in homine. Y así el bien y la limosna la hemos de Dios, por mano del que la da, como ministro suyo, e instrumento de que Él usa. San Pablo, 1 ad Corinth., cap. 4: Sic nos existimet homo, ut ministros Christi, et dispensatores mysteriorum Dei. El bien suena y el mal vuela,nihil occultum, quod non reveletur, pero lo malo como da tan mal olor cunde mucho, y no todas veces espera a descubrirse en el día del universal juicio, permitiendo Dios que primero sea notorio en el mundo.