P. cl. LaisRamera famosísima. Habiendo nacido en Sicilia vino a abrir tienda a Corinto y por esto la llamaron Corintia. Por su gran hermosura fue recuestada de los grandes príncipes y señores de Grecia y a ninguno admitía que no fuese con grande interés, de donde nació el proverbio: Non cuiusvis hominis est adire Corinthum. Espantado Demóstenes del gran precio que pedía por sola una noche, respondió: Ego tanti paenitere non emo. Fue Lais a Tesalia y los galanes la servían con tanto afecto, que las mujeres de aquella tierra, tiniendo celos de ella, la mataron en unos sacrificios en los cuales no podían intervenir hombres, y por esta crueldad sobrevino en Tesalia una gran peste. Alciato hace una emblema de esta ramera con el título Tumulus meretricis.