P. cl. caza
Porfía mata la caza, el que al primer estropiezo de su pretensión desmaya y no pasa adelante con ella, deja de conseguir lo que pudiera alcanzar perseverando. Andar a caza de gangas es al contrario, y el otro extremo de lo que acabamos de decir, porque faltando en una ocasión y en otra y en muchas, no acaban de desengañarse. Es la ganga un ave que espera al cazador, hasta que le ve estar a tiro, y entonces se levanta, y da un corto vuelo y vuelve a sentarse, y el cazador continúa el seguirla; y haciendo lo mesmo que antes, esta y las demás veces que se ve a peligro, le trae todo el día cansado y perdido.