Gracias a manos mías, que voluntad de Dios visto habías
El vizcaíno que cayó de la gavia y se asió de los cordeles antes de dar abajo, diciéndole que diese gracias a Dios porque no cayó en la mar, o se hizo pedazos, respondió esto, y de chiste se hizo refrán, y lo primero, gracias a manos mías, se aplica a los que se valen por sus manos, trabajo y diligencia.