Para motejar a las personas que cuando han adquirido ciertos hábitos, por más que los abandonen por largo espacio de tiempo, no por eso dejan de manifestar sus inclinaciones. También se usa para indicar que las personas obran según el origen y atmósfera que tuvieron en la infancia

Denota que es muy conveniente en la amistad no guardar rencores, sino expresar sencillamente el pensar de cada cual.

Da a entender que las cosas de bien son palpables y claras, al paso que las malas lo son embrolladas, oscuras.

Refrán con que se disculpan los que repe­len demasiado violentamente cuando son atacados.

Quijote y Academia igual. Significa que con el conocimiento lato de las cosas y con el tiempo llega uno a formarse un concepto acabado de ellos.

Úsase mucho, a manera de comparación, para denotar que las madres feas también pueden tener hijas hermosas.

Empléase para reprender, denotando que, sin necesidad de exaltaciones, con la sola palabra puede llegarse a una transacción amistosa en cualquier negocio.

Denota que los bienes mal habidos suelen ser desbaratados sin saberse cómo. Hay mucha fe en este refrán en Chile. Tiene cierta relación con: «Los dineros del sa­cristán, cantando se vienen, y cantando se van».

Quijote y Academia. igual. Academia dice: «Refrán que da a entender que, para aprender lo que se ignora o adelantar en cualquiera cosa, no han de excusarse el es­tudio y el trabajo». En Chile se entendía de otra manera este refrán, que fue muy aplicado por los profesores de antiguo cuño, quienes usaban antes el guante, las varillas, los encierros, etc., que la razón y los buenos ejemplos. Su consanguíneo antitético, que hasta cierto punto lo justifica es: «Quien te quiere te aporrea».

Esto es más bien una frase tradicional, que no sabemos si exista en España. Enseña que a nosotros nos gusta darnos preferencia en razón directa de las distancias. Tiene cierto parentesco con: «Llueva para mí en abril, y para ti todo el año».

Academia dice: El que malas ha mañas, tarde o temprano las perderá. Cuidado, pues, con adquirir masitas.

Denota cuánto puede, en cualquiera empresa, la prudencia discreta

Refrán irónico. Enseña que lo mejor suele caer en manos de quienes no lo merecen: doy por caso una mujer hermosa desposada con un papanatas, como a menudo acontece Su análogo es: La mejor haba se la come el burro.

Véase: «La mejor fruta... etc.».

Se echa mano de este refrán para reprender a los que se mezclan en lo que no es de su oficio, ni entienden.

Academia y Quijote dicen: «La mujer honrada la pierna quebrada y en casa». Enseña que las mujeres ejemplares han de salir poco de su casa.

Aconseja no usar demasiada estrictez para con las esposas.

Refrán que indica la gradación de los efectos que produce la naranja comida a distintas horas del día.

Aunque Academia lo califica de expresión, estimamos que es un refrán con todos sus caracteres. ¡Cuántas veces pasa­mos por humillaciones y sufrimientos por salir de una nece­sidad!

Emplease mucho figuradamente para dar a entender cuánto pueden las tentaciones con la opor­tunidad para hacer caer al hombre en desmanes, Hermano de éste es: "En arca abierta, el justo peca".