Frase que se suele emplear cuando, al acabar de entrar de visita una persona, dice que se va a ir pronto.

Dicho que se usaba antiguamente entre los escolares, especialmente de Gramática latina, para calificar de buen humanista a aquel a quien se lo aplicaban, con alusión al Diccionario de varias lenguas llamado Calepino por haberlo compuesto Fr. Ambrosio Calepino o de Calepio, pueblo de la provincia de Bérgamo, en Italia. Esta voluminosa obra vio la luz pública por vez primera en Reggio en 1502, haciéndose posteriormente infinitas ediciones corregidas y aumentadas, hasta el extremo de contener en sus columnas la correspondencia de las palabras en once lenguas. Fr. Ambrosio murió el año 1511, a los setenta y seis de edad.

Saberla al pie de la letra, sin tropiezo alguno ni titubear. — También se dice: como el Padrenuestro.

Estar en el secreto o conocer la dificultad de que se trata.

Ser muy advertido; tener mucha trastienda o perspicacia.

Da a entender que ni la ciencia es patrimonio exclusivo de los viejos, ni la valentía de los hombres hechos.

Saberla para poder decirla de corrido y al pie de la letra.

Haber aprendido bien de memoria lo que se ha leído o estudiado, y recitarlo al pie de la letra, sin sentido ni expresión alguna.

Saber manejar sus negocios con más habilidad de lo que a primera vista parece.

Sacarle de una situación molesta o angustiosa.

Alterar su método de vida corriente. — Hacerle perder la paciencia.

Justificarse de algún cargo, satisfacer a alguna reconvención, responder a algún argumento, cuando parecía que no le quedaba recurso o defensa de ninguna especie.

Justificarse de algún cargo, satisfacer a alguna reconvención, responder a algún argumento, cuando parecía que no le quedaba recurso o defensa de ninguna especie.

Dícese más comúnmente Sacar a barrera. (Véase)

Sacarle de apuros o del mal trance en que se halla.

Serle ocasión de alguna desazón o disgusto más o menos grave.

Sacar o exponer al público una cosa, tal como los méritos o defectos de alguna persona o cosa.

En Andalucía se designa así cierto juego que consiste en coger dos naranjas o pelotas en una sola mano, arrojándolas al alto, alternativamente, durante el mayor tiempo que se pueda, sin dejarlas caer al suelo.