Reírse con toda el alma, sin fingimiento, espontáneamente.

Dícese de la persona que tiene familia o alguien que atiende a sus necesidades, atreviéndose por eso a gastar y tirar largamente, como aquel que no le cuesta trabajo el ganarlo.

Con aspereza y enojo.

Con aspereza y enojo.

Recibir una cosa con mucho gusto y complacencia.

Frase figurada americana, con la que se da a entender la iniciación burlesca de un tonto en los misterios de la masonería.

Dejar sin contestar intencionadamente una cosa.

Prevenir los inconvenientes que pueden ocurrir en algún negocio, antes de emprenderlo.

Andar de casa en casa buscando donde le den algo.

Desempeñarlo, librarlo de gravámenes, sanearlo. — Llegar a reunirlo hasta donde se deseaba o hasta no necesitar más.

Gastar con profusión, derrochar. Úsase comúnmente en la región aragonesa.

Da a entender lo nada apetecibles que son las riquezas cuando van acompañadas de inquietud y desasosiego. — Dícese también, por vía de imprecación, de la persona que, constituida en dignidad sin merecerlo, abusa de su posición, tratando despóticamente a sus subalternos.

Denota que los flojos, los perezosos e indolentes deben ser rechazados en todas partes por su inutilidad e incuria.

Reprende a los lisonjeros y engañosos, que dando a entender favorecen a otro, le hacen notable perjuicio descubriendo por otra parte sus faltas.

Dícese de los hombres que son cortos de genio o parecen algo afeminados.

Invectiva contra los que, por indocilidad o por pereza, no obran bien sino a fuerza de castigos o de otra cualquier clase de estímulos.