Contestación que se suele dar cuando se hace una pregunta importuna o intempestiva.

Advierte que el jarro con que se dé de beber sea chico o grande, según haya sido abundante o escasa la cosecha de vino. Úsase también para expresar la necesidad que hay de que los gastos no excedan a los medios de cubrirlos.

Según la educación que se ha recibido, así es el comportamiento que se usa.

Según son las personas que ejecutan las acciones, así son éstas más o menos sonadas.

Indica que a cada cual se le debe tributar el honor y obsequio que a su clase, circunstancias y merecimientos le corresponden. Alude a la práctica que observaban los barberos, que, según la calidad de las personas que iban a afeitarse a su tienda, así les ponían toallas (tobajas) o paños limpios o usados.

Enseña que el verdadero amigo no dilata la ejecución de una buena obra en favor del amigo necesitado.

Enseña que debemos acomodarnos en todo al tiempo y a la fortuna.

Refrán que he oído usar en Extremadura con motivo del hombre que corta leña en vedado, para manifestar que al ponerse de acuerdo con el guarda de la dehesa, quien le sirve en esta ocasión de encubridor mediante un pe» queño soborno, está ya seguro por este hecho de no ser denunciado a causa del hurto cometido.

Contra los extremadamente poltrones. — Nótese la circunstancia de emplearse en este refrán el verbo como activo, en lugar de ser usado, como debe ser, en la forma reflexiva.

Expresa que cuando una persona obra en términos que a nosotros nos parecen descabellados, puede asegurarse que tendrá para ello motivos que se ocultan a nuestra penetración.

Recomienda a los labradores que en el mes de diciembre hagan la citada operación agrícola si quieren recoger buena cosecha de habas.

Aconseja no dilatar la paga, por temor de que la obra no se siga haciendo con esmero y exactitud.

Si el arado no prepara el campo para la siembra, no es de extrañar que no llegue a verificarse la siega.

Zahiere a aquellos a quienes no les asiste la razón en lo que defienden, y que, una vez cogidos en renuncio, apelan a mil salidas y evasivas para no declararse vencidos.

Refrán meteorológico, que se refiere al monte así llamado, en términos de Tobarra, provincia de Albacete.

Todo el que trabaja en un oficio es el primero en aprovecharse de los beneficios que cada uno de ellos rinde respectivamente. — El Comendador Griego no penetró bien el sentido de este refrán cuando lo glosó diciendo: «Porque la madera tiene astillas que quemar, y el agua nunca falta»; tomando por causa lo que en realidad es el efecto.