21. | La ausencia es al amor lo que al fuego el aire: que apaga el pequeño y aviva el grande | P. cl. ausenciaBello como exacto símil, con cuya idea se identifica San Francisco de Sales cuando, en su Introducción a la vida devota, exclama: «La ausencia disminuye las pasiones suaves y aumenta las grandes, como el viento, que apaga las velas y enciende el fuego». |
22. | La ausencia es madre de desengaños | P. cl. ausenciaRefrán consecuencia del que dice: Ausencias causan olvido. (Véase) En efecto, no se puede dar mayor desengaño para una persona amante que el de verse olvidada por el ser amado. |
23. | La avaricia es la única pasión que nunca llega a vieja | P. cl. avariciaEn efecto, mientras las pasiones todas cesan o se amortiguan con la edad, el amor al dinero va constantemente creciendo. |
24. | La avaricia rompe el saco | P. cl. avariciaEnseña que el que quiere conseguir demasiado o más de lo justo, suele perderlo todo. |
25. | La batalla de Alcolea, colea | P. cl. batallaFrase circunstancial que se empleaba después de la revolución de septiembre de 1868, para indicar que no se conocían aún bien las consecuencias del hecho de armas que dio al traste con el trono de Isabel II. |
26. | La bayoneta todo lo aprieta | P. cl. bayonetaRefrán valenciano con que se significa que para conseguir la paz no hay más remedio que emplear la fuerza. |
27. | La bebida moderada es salud para alma y cuerpo | P. cl. bebidaDa a entender que el uso del vino es tan beneficioso como perjudicial el abuso. — Quien desee ver ampliamente defendida esta teoría puede consultar la obra del Dr.D. Juan Sorapán de Rieros titulada Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua (1616), publicada en mi Refranero General Español, tomo III, páginas 172-185. |
28. | La bebida no quebranta el ayuno | P. cl. bebidaPretexto de los aficionados al zumo de la vid, para no dejar su vicio en ninguna ocasión. |
29. | La bellota que no se ve en mayo, no se ve en todo el año | P. cl. bellotaRefrán agrícola que determina el tiempo de la aparición de la bellota, para que pueda el labrador lisonjearse de obtener una buena cosecha de este fruto. |
30. | La berenjena para nada es buena | P. cl. berenjenaDenota lo insubstancial y desabrido de dicho fruto, y, por extensión, que no puede prestar gran utilidad, por lo poco que vale. |
31. | La boca habla lo que siente el corazón | |
32. | La boca hace juego | P. cl. bocaRefrán muy usado entre los jugadores, con que se denota que en el juego se debe estar literalmente a lo que se dice, aunque sea contra la mente o intención del que lo ha dicho. — Denota también, en sentido metafórico, que se debe cumplir aquello que una vez se ofreció. Véase: |
33. | La boca sin muelas es como molino sin piedra | P. cl. bocaDenota que las cosas más apreciables y provechosas dejan de serlo tan luego como carecen de los adherentes o requisitos que forman su complemento necesario e indispensable para poder producir la utilidad que de ellas se espera. Véase: |
34. | La boca y la bolsa abierta, para hacer casa cierta | P. cl. bocaEnseña que para ser bienquisto en cualquier lugar en que uno se establezca, ha de hablar bien de todos y ser liberal y franco, no escaseando el dinero. Véase: |
35. | La boda de Gil, ocho danzantes y sin tamboril | P. cl. bodaEs decir, que en las fiestas y actos de poco más o menos, no hay nada aparente. Véase: |
36. | La bolsa del miserable, viene el diablo y la abre | |
37. | La bolsa es como el membrillo, que en teniendo ñudos, no es de provecho | P. cl. bolsaAnudar la bolsa es lo mismo que no querer sacar dinero de ella, y por tanto, para nada sirve. El membrillo que tiene nudos o excrecencias, no está sano del todo. Véase: |
38. | La bolsa y la puerta, abierta | P. cl. bolsaAconseja que al desvalido se le socorra siempre, tanto pecuniariamente como con la hospitalidad. Véase: |
39. | La bolsa, o la vida | P. cl. bolsaIntimación que dirigen los bandoleros en despoblado al infeliz viajero a quien cogen por su cuenta, y que, si bien no la pronuncian en poblado ciertos elementos sociales que se imponen o hacen respetar abusando de la fuerza superior, la dan a entender mediante las exacciones y tropelías que cometen contra el pobre pueblo, que paga y calla. Véase: |
40. | La buenaventura del pan blanco: tú me lo das, y yo me lo zampo | P. cl. buenaventuraFrase empleada por las gitanas cuando se disponen a embaucar a los cándidos con sus falsas adivinaciones. Véase: |