Equivale a ser sumamente delgado.

Ser una persona sumamente alta y delgada.

Estar temeroso, inquieto, pendiente de algún suceso.

Padecer tan gran temor, que parece que se está en peligro de muerte.

Hallarse preparado para intervenir en alguna cuestión para resolverla, solucionarla o inclinarla del lado que se desea.

Hallarse en extrema necesidad y no tener a quien recurrir.

Hallarse expuesto a padecer algún daño o peligro.

Estar próximo a morir un enfermo, estar en las últimas.

Estar preparado para hacer un viaje, andar un camino o dar un paseo. —Hallarse dispuesto para emprender un negocio.

Estar dormido o muy distraído

Próxima a parir una hembra cualquiera. Dícese más comúnmente del ser racional.

Dícese de las personas delicadas y poco hechas a trabajos rudos, por haber crecido en medio de regalos y afeminamientos.

Frase mal empleada por muchos, en lugar de las boqueadas. (Véase)

Estar en la agonía o a punto de morir.

Dícese de las mujeres que están muy compuestas y en disposición de recibir visitas a todas horas.

Estar uno largo tiempo en acecho, arrimado a alguna parte.

Estar convidado a un banquete

Dícese de cualquier lugar o estancia donde las personas o las cosas se hallan muy juntas y apretadas por no haber espacio.

Estar gorda y bien tratada una persona. Alúdese a los animales cebones, por lo cual esta expresión no se debe emplear más que entre personas de mucha confianza.

Aplícase a las personas que están de chacota, burlándose con cierta calma, soflama o sorna. —Es frase impropia de la buena sociedad, por tener su origen en el sentido recto del adjetivo, que, como tal, no puede tener cabida en este Diccionario.