Dícese porque los domingos y fiestas hay más espacio de traer las mozas y las madres en brazos a los niños que crían, que los días de trabajo, y los niños, avezados a los brazos el día de domingo, el lunes que le arriman al poyo, o le ponen en el cajón, o en la cuna, está descontento, y llora, y no quieren lunes, sino domingo, o fiesta, para andar en brazos; también los zapateros y otros oficiales no quieren trabajar el lunes, y merecían ser apremiados.