Pedro Dávila, primer conde de Risco, fue a Simancas por una Infanta hija de los Reyes Católicos, y ella le dio un pendón pardo en que él hizo bordar una excusabarajas con la letra de este refrán. Excusabarajas es una cesta con asa y tapadera, para guardar pan y manteles. Está hoy este pendón en San Pedro en Ávila, adonde le hizo poner.