Aguantar pacientemente los regaños o trabajos que se imponen. — Trabajar, levantar las cargas o mantener a otros, mientras éstos gastan, triunfan y se divierten.

Reducirlo con arte y maña a que haga lo que se pretende.

Conseguir uno lo que se había propuesto. —Sobresalir.

Ruido o castañeteo que se hace con los dientes, dándose golpes con la mano en la barbilla.

Reconciliarse las personas que estaban reñidas.

Cansarlo, fatigarlo y rendirlo un jinete, en fuerza de su destreza y pericia en la equitación.

Obrar o proceder mal.

Porque con el peso de su mole y lo aplanado de sus pezuñas, hace pedazos cuanto coge debajo. Este refrán deberá probablemente su origen a aquellos sitios montuosos de España en que no es raro ver casuchas o establos cuya techumbre está al nivel del camino, por lo que no se hace difícil que yendo por él el ganado vacuno, se le antoje alguna vez ladearse hacia las barracas, causando, al pisar la cubierta de las mismas, el daño consiguiente.

Hacer buen negocio.

Mezclar especies inconexas y que no hacen al caso, tanto en la conversación como en los escritos. —También se dice batiborrillo.

Confeccionar una obra tosca, mal hecha; hacer una plasta.

Sin reflexión, atropelladamente, a lo que salga.

Llevarla a cabo reservada, oculta y sigilosamente, procurando que nadie se entere.

Ejecutarla deprisa y sin esmerarse, para salir del paso.

Llevarla a cabo con rumbo, sin omitir gastos.

Demostrar cumplidamente que lo que se dijo, ofreció, etc., es verdadero.