Dícese de las personas delicadas y poco hechas a trabajos rudos, por haber crecido en medio de regalos y afeminamientos.

Frase mal empleada por muchos, en lugar de las boqueadas. (Véase)

Estar en la agonía o a punto de morir.

Dícese de las mujeres que están muy compuestas y en disposición de recibir visitas a todas horas.

Estar uno largo tiempo en acecho, arrimado a alguna parte.

Estar convidado a un banquete

Dícese de cualquier lugar o estancia donde las personas o las cosas se hallan muy juntas y apretadas por no haber espacio.

Estar gorda y bien tratada una persona. Alúdese a los animales cebones, por lo cual esta expresión no se debe emplear más que entre personas de mucha confianza.

Aplícase a las personas que están de chacota, burlándose con cierta calma, soflama o sorna. —Es frase impropia de la buena sociedad, por tener su origen en el sentido recto del adjetivo, que, como tal, no puede tener cabida en este Diccionario.

Darse cuenta, comprender o enterarse pronto de lo que se ha dicho. — Hacerse cargo de la situación.

Estar mal sentado, o sentado a medias.

Se dice en Andalucía cuando se halla alguno falto de dinero.

Aplícase a las personas y a las cosas. En el primer caso significa hallarse sumamente enfadado, y en el segundo, estar muy caldeadas o calientes.

Estar en grande aprieto o peligro.

Hallarse agitados los ánimos. «...y se dé noticia de todo, por que cada uno calle su boca, porque el asno está enalbardado. Dígolo, señor, por las chismerías de esa honrada villa». (Carta que escribió Antón Gómez, notario de Ávila, a la villa de La Guardia, cuando, concluidas las causas de los reos en aquel Tribunal, remitió la sentencia de Benito García de las Mesuras, copiada en la Historia del martirio del Santo Niño de La Guardia, págs. 136-139.)

Frase proverbial usada en Andalucía para expresar la idea de estar en ayunas.

Ser muy difícil de entender.

Estar impaciente, molesto.

Ocupar un puesto, dignidad o empleo de importancia. — Ser el favorito.

Estar enterado de alguna cosa.