Expresión que se supone puesta en boca de sirvientes o criados, porque eso es lo que suelen hacer generalmente con sus señores.

Denota que a algunos, sin hacer diligencia de ninguna clase, les viene la fortuna sin saberse cómo ni por dónde.

Se debe rehuir el entrar en explicaciones hondas acerca de ciertas materias con personas rústicas o torpes en demasía.

A toda prisa, a marchas forzadas.

Cuando la suerte se pone en contra de uno, de nada sirven el poder ni las riquezas para resistirla.

Aconseja que cuando se espere pasar una mala noche, se procure pasarla lo menos mala posible, bebiendo de cuando en cuando algún trago de vino.

Atropelladamente, muy deprisa.

Expresión familiar que se suele dirigir a los niños para darles a entender que se acuesten. —De un modo más vulgar suelen decir en los pueblos: A echar el chorrito y a la pajita, aludiendo a la paja de que se hace el jergón.

Exhorta a emplear la mayor indulgencia posible con aquel que se duele entrañablemente de su yerro.

Estar una cosa a punto; como se deseaba; de una manera excelente. — No haber más que pedir.

Advierte cómo los pocos años suelen hacer atrevidos e insolentes a algunos hombres.

Frase que indica que deben dejarse los cumplimientos y frivolidades, marchando derecho al grano.