Encarece la conveniencia de que cada matrimonio viva independiente en su casa, y separado de los demás individuos de la familia.

Alude a las novieces largas, que, por lo general, no llegan a consumar el matrimonio.

Es decir, que no sufren dilación ciertas cosas, sino que conviene realizarlas cuanto antes y no dejar pasar la oportunidad.

Es decir, perspicaz, inquebrantable en sus designios y astuto.

Manifiesta la poca confianza que se debe tener en los habitantes del antiguo principado.

Semejante imprecación denota lo antiguo de esta frase, dado que de algunos años a esta parte han variado notablemente las circunstancias, en el mero hecho de reputarse el dinero como una mercancía cualquiera, así como de haber servido de base la industria vinícola para la erección de capitales verdaderamente fabulosos. De todos modos, la significación antigua del refrán puede tener aplicación hoy en día, pues se refiere al individuo que viviendo sólo de su capital, sin tener renta alguna, lo va gastando continuamente, exponiéndose a que llegue el día en que consuma la última moneda.

Indica que la mayor parte de las veces son disculpables los engañadores, pues a los engañados les cabe aún más culpa que a aquéllos, toda vez que el afán de conseguir lo que se les ofrece les hace caer incautamente en el lazo que se les tiende. Díganlo, si no, el timo del portugués, el del entierro, el de las limosnas, etc.

Predice el mal fin que espera al que sigue esas prácticas en la vida.

Dícese a las personas que tienen la fea costumbre de usar palabras reprobables por la buena educación.

Manifiesta que así como el agua vaciada en el mar queda perdida para el que la echó, de igual manera son perdidos los beneficios dispensados a los ingratos para aquel que se los hizo.

Hipérbole con que se encomia la sordidez de un avaro llevada a su más alto grado.

Los amigos que son verdaderos acuden lo mismo a los acontecimientos enojosos que a los agradables.

Enseña a desconfiar de la falsa amistad.

La excesiva lluvia al principio del año daña mucho, porque se desubstancia la tierra.

Véase: Ballestero malo, a los suyos tira

Las cosas enojosas que hay que hacer imprescindiblemente, conviene se despachen cuanto antes, para quitarse así de disgustos.