P. cl. bayoDel bayo dicen vaya; porque no son para mucho trabajo los caballos bayos, aunque para ruar con ellos son hermosos y vistosos. El sobredicho proverbio se aplica cuando de un mesmo hecho hay dos pareceres diversos, entre los que acaece, como entre David y Urías, que dándole las cartas para Joab, su pensamiento del rey era que le pusiese en peligro y le desamparasen para que le matasen los enemigos, y él pensaba llevarlas para que le honrase y acrecentase en cargo. Y en estipendio lo mesmo le aconteció a Amán con el rey Asuero, cuando le preguntó: Quid debet fieri viro quem rex honorare desiderat?. Pensó que era para honrarle a él, y la intención del rey era honrar a Mardoqueo, a quien él tenía determinado de poner ese día en una cruz.