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Refranes contenidos en el Tesoro de la lengua castellana de Sebastián de Covarrubias, edición de Sabrina De Simone
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CUA CUI CUM CUN

Cuando marzo vuelve de rabo, no deja manso encerrado, ni pastor enzamarrado

P. cl. zamarro
Çamarro. Vestidura de pieles de corderunas o abortos, que son delgadas y tienen el pelo blando y corto. Estos son los zamarros de gente regalada; a otros llaman zamarras, propio hábito de pastores, de mayores pieles, aunque atufadas. De zamarra se dijo chamarra, y cortarle el pelo chamorrar; y chamorras, en Vizcaya, las doncellas que andan tresquiladas, con solas dos vedejas a los lados y sin cobertura ninguna en la cabeza. Danle varias etimologías; una es griega, del nombre χάμμα, lana, y de allí xamarro y zamarro, vestidura lanuda; otra es hebrea del verbo שָמַר, sçamar, custodire, servare, conservare. La tercera es también hebrea, y la más cierta, que frisa en la sinificación con la griega, del nombre צֶמֶר, tsemer, lana, y de allí tsemero y zamarro. Enzamarrado, el pastor con zamarro. Proverbio: Cuando marzo vuelve de rabo, no deja manso encerrado, ni pastor enzamarrado. Zamarrear, tratar mal a uno; está tomado del lobo, cuando hace presa en alguna res; porque le sacude de una parte a otra la piel, que llaman zamarro, por ser la piel lanuda, y si no acude con tiempo el pastor la mata y se la come. La lana destas pieles dicen que cría piojos, por haberlas tocado el lobo.
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