Este fué el primer refrán que oí niño de hasta siete años, y entendí su sentido. Iba yo con dos hombres por un camino a ver un abuelo o a que él me viese, y en él se nos juntaron otros dos conocidos. Preguntó uno cúyo era yo: dijéronselo, y añadió el otro mirándome: Con quien paces que no con quien naces. Con esto quedóme firme, y diré mi sentir.