Es tal el predominio que llegan a adquirir ciertas mujeres con sus arrumacos y mojigaterías sobre algunos hombres, que, influyendo insensiblemente en su cerebro y en su corazón, acaban por entontecerlos y apartarlos del cariño de sus amigos, del de sus parientes y hasta del de su familia misma.

Frase que se suele emplear cuando se rebate la opinión de otra persona, que se ve positivamente que es errónea. Úsase más comúnmente en latín: Amicus Plato, sed magis amica veritas.

Exacto en los dos extremos primeros; falso en las más de las ocasiones del tercero; lo que quiere decir que, por desgracia, resulta verdadero algunas veces.

Siendo asunto imposible dar gusto a todos, al ponerse de parte de unos sería preciso indisponerse con los demás; por esto, el que en semejante circunstancia se propone permanecer neutral, acaba por enemistarse con todos.

Aplícase a los que se venden por amigos, siéndolo realmente de su conveniencia y provecho.

Enseña la inconstancia con que se comportan muchos que se venden por amigos, volviendo la espalda cuando la suerte del protector se hace adversa, o cuando hallan otra conveniencia más favorable.

Aplícase al que profesa fina amistad a otra persona hasta sacrificarse por ella; pero sin exceder de lo justo, razonable y honesto. Úsase también en latín: Amicus usque ad aras.

Enseña que una amistad reanudada, jamás llega a tener la firmeza que antes de haberse roto.

Advierte que no debe uno fiarse del amigo cuya amistad se había roto y vuelto a reanudarse.

Advierte que cuanto más antiguas son estas tres cosas, tanto más valen.

Alúdese a las personas que se labran su desgracia por su mala cabeza, terquedad, etc.

También se dice: Ser uña y carne. Tener una amistad muy íntima y estrecha

Esto es, suelen faltar cuando mayor es la necesidad o el apuro.

Denota la tibieza y poca duración de la amistad entre suegros y yernos.

Indica lo poco que pueden contra la verdadera amistad los chismes y enredos con que los envidiosos tratan de deshacerla.